Tal día como hoy del año 1999 se produjo una vez más una crisis humanitaria en el Estrecho de Florida. Un bote con 12 fugitivos cubanos naufragaba cuando intentaban llegar a las costas de Florida. Sólo dos de sus ocupantes lograron alcanzar tierra vivos. La operación de salvamento puesta en marcha por los guardacostas dio 48 horas más tarde un fruto inesperado. Se localizaron unos neumáticos a la deriva, a los que iba agarrado un niño de seis años. El niño estaba vivo. Su nombre era Elián González y poco después se comprobó que su madre, fallecida en el naufragio, le había sacado de la isla sin conocimiento del padre, que reclamó su devolución. Estalló entonces un pulso entre Washington y La Habana, mientras el niño fue entregado a la parte de su familia que residía en Miami. Tras un largo proceso judicial, el niño volvió a Cuba el 28 de junio de 2000.
