Cinco tesoros misteriosos repartidos por el mundo

El litoral sur de Nueva Escocia (Canadá) esconde una pequeña isla llamada Oak Island, de unas 57 hectáreas, integrada en las casi 360 islas que componen la bahía de Mahone. Pero la isla del Roble -conocida también así por su traducción al español- no es un apacible islote más del Atlántico Norte. Allí se encuentra el llamado “Pozo del Dinero”, uno de los tesoros que lleva desafiando a exploradores e investigadores más de 200 años y que nadie ha podido descubrir hasta ahora. Incluso atrayendo a personajes tan célebres como el 32º presidente de la historia de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, el mítico actor John Wayne o el gran aviador Richard Byrd, entre otras personalidades.

No obstante, no todos los aventureros salieron bien parados de esta ínsula tan misteriosa. Muchos han muerto intentando hallar este tesoro que supuestamente se encontraría a 60 metros de profundidad. Asimismo, y como en Oak Island, existen otras islas recónditas en el mundo que esconden sus enigmáticos tesoros, algunos rodeados de incidentes malditos.

 

 

Isla de Yokoate

Situada al sur de Japón, esta isla volcánica es la más vinculada al tesoro del Capitán Kidd, que tantos ríos de tinta ha hecho correr en la historia de la literatura universal. Acusado de piratería, William Kidd fue ahorcado el 23 de mayo de 1701 en Londres pero en un intento desesperado de evitar el patíbulo escribió una carta dirigida a la Cámara de los Comunes. En la epístola, el corsario inglés confesaba poseer una gran fortuna escondida y prometía revelar su situación a cambio de conservar la vida.

Dos siglos más tarde, en 1929, Hubert Palmer, un abogado inglés retirado, compró un escritorio del siglo XVII en el que estaba inscrito: “Capitán William Kidd. Galera Adventure, 1699”. Así, Palmer buscó compartimentos secretos por todo el pupitre, topando con un fino tubo de latón que contenía un pergamino en su interior. En él, se encontraba un mapa de una isla situada en el mar de China y se podía leer: “WK, 1699”. Desde entonces la isla Yokoate ha sido objetivo de innumerables expediciones, creyendo que se trata del lugar exacto donde Kidd había ocultado su tesoro.

 

Isla Gardiners

Este pedacito de tierra de unos diez kilómetros de largo por cinco de ancho ubicado en Long Island (Nueva York) también ha sido relacionado con la vida del Capitán Kidd, además de detentar una historia tumultuosa que se extiende por casi los 400 años que lleva en propiedad de la familia Gardiner. Pero no se trata de la susodicha fortuna que llevó a mitificar la figura de William Kidd, sino que fue una menor y la última antes de caer preso y ser ejecutado.

Kidd atracó en la isla en junio de 1699, mientras se dirigía a Boston para defenderse de las acusaciones de piratería, pidiendo permiso a Jonathan Gardiner para enterrar un pequeño tesoro obtenido de sus innumerables aventuras. Este botín incluía polvo de oro, lingotes de plata, monedas de oro españolas, rubíes, diamantes, candelabros y escudillas, que nunca llegaron a ser desenterradas ya que el Capitán Kidd fue capturado al pisar tierra estadounidense.

 

 

 

Isla del Coco

Emplazada a unos 480 kilómetros de la costa sudoeste de Costa Rica, se cree que es la ínsula que da nombre a la novela del famoso escritor Robert Louis Stevenson, ‘La isla del tesoro’. Descubierta en el siglo XVI, ha recibido diferentes designaciones por parte de cartógrafos y marinos, pero hoy en día se la conoce con el nombre de isla del Coco. La abundancia de aguas dulces la convirtieron en una parada obligatoria para los marineros y piratas que consiguieron dar con ella.

La leyenda cuenta que esconde, entre sus tesoros más preciados, una imagen de la Virgen María de tres metros de oro macizo y dos apóstoles de 1,2 metros cada uno, del mismo material. Según la compañía rusa Alkor, el valor de mercado de estas piezas rondaría en el mercado el billón de dólares estadounidense.

 

Isla de Robinson Crusoe

Forma parte del archipiélago Juan Fernández, antiguamente fue conocida con el nombre de Más a Tierra y cuenta con una población de 630 habitantes. Saltó a la fama después de que la empresa Wagner asegurase haber desenterrado tres tesoros -uno de 800 toneladas, y los otros dos de entre 30 y 50 cada uno- valorados en diez mil millones de dólares.

 

 

 

Isla Clipperton

Recibe este nombre porque su primera visita registrada fue del pirata John Clipperton, quien atacaba y robaba a barcos españoles que se dirigían de Manila (Filipinas) con dirección Acapulco (México). Conocida por ser la guarida del irlandés, también se sospecha que escondió varios tesoros en sus playas. Los poco más de seis kilómetros cuadrados que engloba el atolón han sido testigo de terribles naufragios y sucesos, pasando por investigaciones del explorador francés Jacques-Yves Cousteau hasta el emplazamiento de una base naval secreta que Estados Unidos.