Cinco claves para comprender a los misteriosos Navy Seals

Es la principal fuerza de operaciones especiales de los Estados Unidos y se les considera uno de los equipos de élite más poderosos del mundo, los Navy Seals se han fraguado una reputación misteriosa por la peligrosidad y efectividad de sus misiones. En este sentido, fueron los responsables de dar caza en 2011 al fundador de Al Qaeda y terrorista más buscado de todos los tiempos, Osama bin Laden.

Dentro de la unidad destaca el Equipo 6, fundado tras el rescate fallido de los 53 ciudadanos norteamericanos secuestrados en la Embajada estadounidense de Teherán (Irán). Esta brigada es famosa por sus tareas de espionaje, ya que ni el mismísimo Pentágono reconoce públicamente la existencia de la agrupación. Son el reflejo de la nueva forma de hacer la guerra de Estados Unidos, en la que no se distinguen por las victorias o derrotas conseguidas en el campo de batalla sino por la eficacia de eliminar objetivos militares. Estas son las cinco claves que les convierte en un batallón especialmente misterioso:

1. Impunidad a la hora de matar civiles
En 2009 aldeanos afganos, respaldados por un oficial británico, acusaron a este cuerpo de matar indiscriminadamente a un grupo de jóvenes de su aldea. El comandante del escuadrón negó haber matado a ningún civil que no portase un arma y no hubo consecuencias para los integrantes del equipo. El hecho se resolvió como un fallo de comunicación en las instrucciones a los soldados. Es un área del Ejército de la que el Congreso no quiere saber demasiado.

2. Aumenta el número de bajas
En los últimos años 14 años, y sobre todo desde que se iniciasen las campañas bélicas en Afganistán e Iraq, se han agudizado el número de bajas, más que en toda su historia anterior. Misiones frustradas, saltos en paracaídas, subidas escarpadas y artefactos explosivos han desembocado en trastornos mentales, estrés postraumático, suicidios y problemas sociales, entre otros desagradables sucesos relacionados con la peligrosidad de sus actuaciones.

3. Estética peculiar
No siguen ningún patrón a la hora de vestir, pero lo cierto es que la cultura SEAL es totalmente opuesta a la de cualquier otra entidad de las fuerzas armadas estadounidenses. Ryan Zinke, un ex oficial del Equipo 6 y ahora congresista republicano por Montana, recordaba una anécdota de cuando ensayaban posibles rescates de rehenes para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92: “Iba con el almirante a un bar situado en el nivel inferior de la nave, cuando, al abrir la puerta, me recordó a una escena de ‘Piratas del Caribe’. Casi todos llevaban barba, pendientes y el pelo largo”. Hoy continúan siendo un grupo de rebeldes aunque son más deportistas, maduros y educados.

4. Operaciones espectaculares
Algunas de sus acciones han sido llevadas a la gran pantalla debido a su espectacularidad, como el rescate del capitán del Maerks Alabama, Richard Phillips, secuestrado por piratas somalíes en 2009 y representado por el actor Tom Hanks en 2013. Los soldados de este cuerpo de élite se lanzaron en paracaídas a las aguas del océano Índico acompañados de cuatro pequeñas lanchas preparadas para burlar los registros del radar y así liberar al responsable del barco de contenedores comerciales.

5. Una fuerza de espionaje global
Pero no solo se dedican a ser eficaces a la hora de la lucha cuerpo a cuerpo. El Escuadrón Negro, que originalmente era una escisión de francotiradores del Equipo 6, fue reconfigurado después de los ataques al Pentágono y World Trade Center del 11 de septiembre de 2001 para llevar a cabo procedimientos de las fuerzas de avance, es decir, para realizar recogidas de información y otras actividades clandestinas en preparación de las misiones de las operaciones especiales.

Si quieres saber más sobre los Navy Seals no te pierdas el estreno de ‘La guerra en mí‘ el lunes 18 de abril a las 22.00 horas, donde recogemos  el apasionante testigo de la película de Peter Berg ‘El único superviviente’, sobre la intervención de este cuerpo especial en Afganistán.