Atapuerca, el pozo sin fondo

Cuando parecía que sería difícil superar lo descubierto anteriormente, los yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos) han vuelto a sorprender a la humanidad y han arrojado luz sobre los seres humanos que habitaban el planeta hace 400.000 años. Se trata de un descubrimiento en la denominada Cueva del Fantasma que, asimismo, incorpora la posibilidad de encontrar vestigios de 1,5 millones de años.

Según han anunciado los codirectores de las excavaciones, el nuevo yacimiento localizado ha permanecido prácticamente inalterable a lo largo de los siglos -a excepción de una voladura en la Trinchera del Ferrocarril– y en sus paredes se pueden apreciar diferentes niveles de huellas. Así, han pedido a la Junta de Castilla y León que inicie unas excavaciones más profundas y minuciosas que las realizadas hasta ahora en el lugar.

En este sentido, los científicos sospechan que allí puedan encontrar restos de antepasados neandertales y del Homo antecesor. Sin embargo, lo que más seduce es la oportunidad de hallar señales de hace 1,5 millones de años. De ser así, el nuevo descubrimiento pasaría a ser el más importante de Atapuerca, ya que, hasta el momento, los vestigios más antiguos datan de 1,3 millones de años.

Igualmente, en el filón conocido como la Sima de los Huesos se han descubierto los únicos restos del Pleistoceno Medio en Europa en todo el 2016. En los hallazgos se han recuperado  tres falanges, un extremo de tibia, otro de peroné y un tercero de húmero, parte de una clavícula  algunos fragmentos de costillas y de cráneo.

Desde que comenzasen a realizarse algunos descubrimientos en la segunda mitad del siglo XIX, la Sierra de Atapuerca se ha convertido en uno de los yacimientos prehistóricos más importantes de Europa y de los más relevantes del mundo. Los restos encontrados allí engloban desde el Pleistoceno Inferior al Holoceno o época actual.