Durante todos los años de “actividad” H.H.Holmes cometió más de 200 crímenes, más del 70% tuvo como víctimas a mujeres.
Los diferentes perfiles psicológicos que se le hicieron durante el juicio que le llevó a la horca, le calificaban como “un caballero, mentiroso tortuoso y hábil”. Y es que esas dotes de manipular fueron las que le costearon su carrera en medicina gracias a su primera mujer, Clara Lovering. Aun estando casado con ella, contrajo matrimonio con otra mujer, la cual le introdujo en los negocios de los hoteles y hostales. Ahí Holmes vio el dinero que podía sacar y como su plan empezaba a tomar forma.
Una vez que arruinó a su segunda mujer, se trasladó a Nueva York dónde perfeccionó sus dotes médicas para mudarse un año después a Chicago.
Cuando llegó a la ciudad del viento, no tardó mucho en engañar a otra mujer, Myrta Belknap, a la cual estafó miles de dólares para comprarse una casa. Además logró que le cediera los terrenos dónde levantaría su hotel. En paralelo, estuvo con una viuda millonaria a la que dejó en la ruina, la hizo desaparecer y tras ello, comenzó su macabro plan, la construcción de El Castillo de la Muerte.
Durante los años de actividad de su hotel, decenas de personas pasaron por él, pero no todas salieron. Aprovechaba su atractivo físico y su carisma para embelesarlas y atraerlas, para propiciarles el peor de los finales.
Siempre buscaba jóvenes solteras o viudas adineradas, de áreas rurales lejanas a Chicago para que su familia no se percatara de su desaparición hasta pasado un tiempo y no les diera tiempo a venir en su búsqueda.
Nunca se sabrá el número exacto de crímenes que cometió, pero sí que la gran mayoría de los casos investigados y restos encontrados eran de mujeres.
