Los adolescentes más crueles de la historia

Adolescentes que han tenido una infancia conflictiva, facilidad de acceso a armas, niños con trastornos psíquicos, baja autoestima, exclusión social, abandono. Estos son algunos de los factores que han influido en su predisposición al crimen en esta etapa de desarrollo biológico y psicológico. El entorno social cercano es el marco donde suelen actuar, especialmente en el colegio, familia o vecindario. Hemos seleccionado algunos de los casos más crueles:

Eric Smith, 13 años

El 2 de agosto de 1993, Eric Smith asesinó brutalmente a un niño de 4 años que encontró en un parque ubicado en el condado de Steuben, Nueva York. Los signos de violencia y sadismo empleados en el crimen demostraron la crueldad del adolescente, condenado a cadena perpetua y sin posibilidad de obtener la libertad condicional debido a no mostrar ningún remordimiento.

 

Joshua Phillips, 14 años

El 3 de noviembre de 1998, Maddie Clifton, de 8 años de edad, fue asesinada por Joshua Phillips, vecino con el que minutos antes estuvo jugando al baseball. Tras un accidente con la pelota, el vecino se la llevó a su habitación y la estranguló, golpeó, acuchilló y escondió su cuerpo debajo de la cama. Fue condenado a cadena perpetua en 1999 sin posibilidad de libertad condicional.

Barry dale loukaitis, 14 años

El 2 de febrero de 1996, un joven vestido de pistolero asesinó a tiros a dos compañeros y a su profesora en la Escuela Secundaria Frontier de Mases Lake (Washington) y tomó al resto de sus compañeros como rehenes. Gracias a la acción de otro de los profesores fue detenido y pudo ser condenado en 1997 a dos cadenas perpetuas y una adicional de 205 años. Pese a que la defensa alegaba un trastorno psicológico, se demostró que el asesinato había sido premeditado. Barry representa un caso en EEUU bastante frecuente de adolescente que atenta contra la vida de sus compañeros de escuela.

Kipland Kinkel, 14 años

Nació el 30 de agosto de 1982, en Springfield (Oregón), dentro de un entorno familiar agradable y estable. Sin embargo tuvo una infancia psicológica difícil debida a su retraso escolar. Su atracción por la muerte y las armas de fuego le llevaron a asesinar a sus padres y a varios compañeros de colegio, otros solo fueron heridos. En 1999 fue condenado a 11 años de prisión sin que se reconociera ningún tipo de trastorno psicológico, pese a afirmar que actuaba siguiendo unas voces en su interior que le incitaban a matar.

«El asesino del veneno», , 14 años

Nacido en Neasden (Londres) en 1947. En su adolescencia comenzó a experimentar una atracción por la incidencia de los compuestos químicos sobre el cuerpo y a elaborar diferentes tipos de veneno con el fin de utilizarlos sobre familiares y amigos. En total asesinó a 3 personas y envenenó a casi un centenar. En 1972 fue condenado a cadena perpetua, aunque durante su estancia en la cárcel continuó con sus experimentos provocando graves problemas de salud. Murió de un infarto a los 42 años en su celda.