EL LADO OSCURO DE ATLANTA

Atlanta es la capital de Georgia, estado situado en el sureste de EE.UU., y es también la ciudad más poblada de dicho estado. Fue fundada en 1837 en la intersección de dos líneas ferroviarias. Atlanta resurgió de las cenizas de la Guerra Civil de Estados Unidos y se convirtió en un centro nacional de comercio.

A pesar de que Atlanta está considerada como una ciudad bastante progresiva en comparación con otras del sur profundo de los Estados Unidos, ha tenido su dosis de tensiones raciales. Los disturbios raciales de Atlanta de 1906, ocurridos entre el 22 y el 24 de septiembre, son uno de los ejemplos más estremecedores de estas tensiones. Debido a unos artículos de periódico que contaban cómo unos hombres afroamericanos que vivían en la ciudad eran responsables de la violación de cuatro mujeres blancas, las multitudes racistas tomaron las calles y lincharon a más de cien hombres en esas 48 horas.

Atlanta fue el lugar de nacimiento del líder más reconocible del Movimiento por los Derechos Civiles de los años 60: Martin Luther King Jr. La ciudad fue también el hogar de las organizaciones principales del movimiento, la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur y el Comité de Coordinación de Estudiantes por la No-Violencia, cuyo antiguo presidente es John Lewis, quien ha sido representante de los EE. UU. durante mucho tiempo. En el censo de 2010, Atlanta fue registrada como la cuarta ciudad de Estados Unidos con mayor población negra y se ha convertido en un centro de poder político, educación y cultura afroamericanos.

Tras un descenso en picado, que duró desde los años 70 hasta casi el paso al siglo XXI, la economía de la ciudad, donde Coca-Cola, Delta Air Lines y más de 100 multinacionales tienen su sede, no ha parado de crecer en las últimas décadas. Sin embargo, la delincuencia sigue siendo un problema en Atlanta. Está por encima de la media nacional estadounidense del año 2015, con 5.203 delitos con violencia por cada 100 000 habitantes.

Atlanta es una ciudad con un innegable lado oscuro. Cuenta con más de 100 bandas criminales activas, como los infames Sureños, los Bloods, los Gangster Disciples, los Norteños, los Crips, los Latin Kings y Barrio 18. Además, es un centro de distribución estratégico de anfetamina ilegal, cocaína y heroína.

 

BRIAN GENE NICHOLS

Uno de los acontecimientos criminales más sorprendentes ocurridos en Atlanta en los últimos años fue el perpetrado por Brian Gene Nichols. El 11 de marzo de 2005 Brian Gene Nichols fue juzgado por violación en el juzgado del condado de Fulton, Atlanta. El día en  que se celebraba el juicio Nichols redujo a una ayudante del sheriff mientras se cambiaba de ropa, le robó su arma y la golpeó hasta dejarla en coma. Después fue hasta el despacho del juez Rowland Barnes y le asestó un disparo mortal. Nichols también disparó y mató a la taquígrafa judicial Julie Ann Brandau y al sargento Hoyt Teasley mientras escapaba del juzgado. Además, asaltó varios vehículos durante la dramática huida, la cual apareció en el programa de televisión estadounidense America’s Most Wanted.

Nichols fue arrestado ese mismo mes e investigado en mayo por un jurado del condado de Fulton por cincuenta y cuatro delitos incluyendo asesinato, homicidio perpetuado durante otro delito, secuestro, robo a mano armada, asalto a mano armada, delito de lesiones, hurto, robo de automóvil y huida de las autoridades. Su defensa se declaró inocente alegando demencia, pero el 13 de diciembre de 2008, Nichols fue condenado a múltiples penas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Con la sentencia de muerte dictada, Nichols está actualmente encarcelado en la Cárcel de Diagnóstico y Clasificación de Georgia.

 

LA CÁRCEL DEL CONDADO DE FULTON

Ser un recluso en la Cárcel de Diagnóstico y Clasificación de Georgia no es nada fácil, pero 90 kilómetros al norte de este centro se encuentra una cárcel que tiene la reputación de ser de las más peligrosas de América: la cárcel del condado de Fulton. Más de 2500 presos viven aquí entre interminables problemas con las drogas, pandilleros y trabajadores acusados de corrupción, lo que la que convierte en una de las cárceles más grandes y con mayor número de reclusos de los EE. UU.

En agosto de 2003 estalló una pequeña revuelta cuando apagaron la televisión antes del final de un partido de fútbol americano entre los Atlanta Falcons y los Dallas Cowboys. En esas fechas ya la cárcel estaba tan llena que, al no haber camas suficientes, los reclusos dormían en el suelo. Era común ver celdas inundadas de aguas fecales y presos sueltos por la mala calidad de las cerraduras. El coronel Mark C. Adger accedió al cargo de director de la cárcel en 2011 y ha ido trabajando poco a poco para poner las cosas en orden.

Sin embargo, las cosas son tan cambiantes en la cárcel que, en 2015, Fulton implantó su propio equipo de operaciones especiales internas, el DART (Equipo de Respuesta de Acción Directa, por sus siglas en inglés) para responder a las situaciones críticas y violentas que estaban sucediendo. En el mes de abril de este año 2017, Raylon Lee Browning, un nuevo recluso acusado de apuñalar dos personas y de asesinar a un abogado de Atlanta, tuvo que ser reducido por los guardias tras haber atacado a su compañero de celda.

Kenndric Roberts fue arrestado y trasladado a la cárcel del condado de Fulton a principios de este año con cargos de secuestro y tráfico de personas tras descubrirse que mantenía cautivas a ocho mujeres en una mansión valorada en ocho millones de dólares. El tráfico de personas lleva siendo tema de discusión en Georgia y Atlanta desde hace tiempo, ya que esta última es una de las 14 ciudades con más altos niveles de tráfico infantil, normalmente provenientes de México.

La cárcel del condado de Fulton es el lugar en el que se dan cita n lugar en el que el lado más oscuro del mundo criminal de Atlanta ve la luz. Es un lugar en el que reclusos que no pertenecen a ninguna banda se ven obligados a jurar lealtad a una hermandad u a otra. Se ha llegado a decir que gran parte del crimen organizado de la ciudad tiene su origen en la propia cárcel. Cumplir sentencia en esa cárcel es una experiencia más dura que la de cualquier otro lugar; y aquellos que consiguen sobrevivir sin sufrir daños todo su tiempo en la cárcel, salen siendo una persona totalmente distinta a la que eran cuando entraron.

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