Javier Ardines, ¿quién mató al concejal? 2-2

El asesinato de Javier Ardines sigue sin resolverse

 

El del asesinato del concejal Javier Ardines es uno de los casos más mediáticos que ha vivido España en los últimos tiempos. La muerte del edil del ayuntamiento de Llanes conmocionó a los habitantes de la zona y de todo Asturias.

 

El 16 de agosto de 2018, Llanes amanecía con la noticia del hallazgo del cadáver de Javier Ardines, marinero y concejal de la localidad, en un camino cercano a su casa. Su furgoneta, con la que acostumbraba a salir a pescar, se encontraba a 70 metros del cuerpo. Entonces la Guardia Civil de Asturias junto con la UCO (Unidad Central Operativa) de Madrid comenzaron la investigación y las pesquisas comenzaron a ver la luz.

 

RELATO DE LO SUCEDIDO

 

Ardines salió muy pronto por la mañana con su furgoneta para ir a faenar el mar. Tras pocos metros recorridos con su furgoneta, encontró una valla colocada en el camino que cortaba el paso. Cuando paró y bajó del coche para retirarla, le golpearon en la cabeza. Él era un hombre corpulento y el golpe, a pesar de haber sido muy contundente, no le causó la muerte. Aturdido trató de escapar, recorriendo 70 metros en el camino. Fue entonces cuando su agresor le asfixió hasta la muerte. Este es el resultado de las investigaciones y de la autopsia llevadas a cabo, aunque no se descarta la posibilidad de que participara más de una persona en el crimen. Tras lo sucedido, tanto la Guardia Civil como los habitantes de Llanes comenzaron a barajar hipótesis que esclarecieran el asesinato para encontrar el móvil y así al, o los asesinos. La hipótesis que cobró fuerza de inmediato fue el asesinato político.

 

Ardines había llegado al ayuntamiento en las elecciones municipales de 2015, siendo elegido concejal de Medio Rural, Playas y Personal. Llanes había sido gobernado por el PSOE durante los 28 años anteriores y la corrupción había azotado el concejo de manera sistemática y ya muy arraigada. Ardines tomó algunas decisiones que no eran del agrado de todo el mundo, como convocar a concurso pública varias plazas de funcionarios que estaban ocupados por interinos o cerrar el acceso con vehículo a las playas de la localidad abriendo un aparcamiento a cierta distancia de estas. Lo cierto es que, a juzgar por los comentarios en sus redes sociales, Ardines se había ganado numerosos enemigos debido a sus decisiones.

 

La Guardia Civil tomó declaración y muestras de ADN a todos los funcionarios del ayuntamiento y a los miembros de la policía local, ya que varios de los puestos estaban ocupados también por interinos. También se analizaron varios mensajes que aparecieron grafiteados en algunas zonas de la localidad, con amenazas para el concejal. Nunca se pudo encontrar el objeto -se cree que un martillo- con el que fue golpeado en la cabeza y el único testigo solo pudo escuchar algunos gritos momentos antes del asesinato. Ardines, extrañado, había comentado en su casa durante algunos días antes del asesinato que había encontrado una valla en el camino que le impedía el paso.

 

LA LÍNEA SENTIMENTAL

 

Otra línea de investigación abierta es la sentimental, y es, además, la que mayor fuerza ha cobrado con el transcurso de las investigaciones. Al parecer, según informan varios medios, Ardines tenía o había tenido algunas aventuras amorosas, lo que pudo provocar algún recelo que acabara en desgracia. El caso se encuentra actualmente bajo secreto de sumario, pero se sospecha que el asesino o asesinos pueden ser de fuera de Asturias y que conocían perfectamente la zona. Lo que se ha confirmado es que fue premeditado, y no fue un pretendido susto mal medido.

 

Tres meses después del asesinato, la hija envió algunos mensajes en Facebook defendiendo la honorabilidad de su padre y pidiendo respeto para el fallecido. Por el momento las investigaciones siguen su curso, pero aún no se ha detenido a nadie como sospechoso.