Entre el 10 y el 20% de los homicidios quedan sin resolver en España

En España las principales preocupaciones de sus ciudadanos son la corrupción y la situación política, según el barómetro elaborado mes a mes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En definitiva, es un país en el que la seguridad de las personas está más que asegurada: en 2015 se cometieron 303 homicidios dolosos y asesinatos consumados, un 6,2% menos que en el año anterior.

A pesar del esfuerzo y de las labores de investigación de los cuerpos de policía y Guardia Civil, entre el 10 y el 20% de los casos anuales se quedan sin resolver y se custodian en los armarios de las comisarias a la espera de que una nueva declaración o pista permita retomar las investigaciones. Las siguientes personas son víctimas de los sucesos más mediáticos que han quedado sin responsables.

Cristina Bergua desapareció el 9 de marzo de 1997 en Cornellá (Barcelona), cuando solo tenía 16 años, después de pasar la tarde junto a su novio, Javier R. El chico, diez años mayor que ella, la había acompañado hasta la mitad del camino, pero Cristina no llegó nunca a casa.

Pasadas las 24 horas de la desaparición, la familia comenzó su búsqueda. En este sentido, el hermano se dirigió a la casa de Javier para comunicarle la ausencia de Cristina y este no se sorprendió. Todos los focos apuntaron hacia él, pero una declaración de la madre y la no aparición del cuerpo terminaron por exculparle ante la Justicia.

Casi 20 años después, el cuerpo de Cristina sigue aún sin aparecer. Su padre, Juan Bergua, creó la asociación Intersos, destinada a ofrecer ayuda a las familias de desaparecidos, ya que, en su caso, es complicada la resolución a no ser que alguien confiese o se encuentren los restos de su hija.

La familia Barrio. Está considerado como uno de los asesinatos más brutales de los últimos años cometidos en España: más de un centenar de puñaladas terminaron con la vida de Salvador, Julia y el menor de sus hijos. El escenario del crimen apuntó al uso de dos armas, una navaja de doble filo y un objeto romo. Los dos utilizados por la misma persona. 

La noche anterior a los hechos, Salvador Barrio había llevado a su hijo mayor de 16 años al autobús que le trasladaba desde La Parte de Bureba al internado de Aranda del Duero (Burgos), donde estudiaba. Rodrigo tenía fama de chaval conflictivo en el pueblo y, por ello, las sospechas iniciales se dirigieron hacia él.

Las pruebas recabadas no fueron suficientes para inculparlo y la Guardia Civil ha abierto otra línea de investigación que señala a otro sospechoso, aunque el crimen sigue sin resolverse.

Yéremi Vargas (Gran Canaria) lleva ausente desde que el 10 de marzo de 2007 no regresó de jugar en la calle. Tras conocer la noticia, las autoridades locales e insulares cerraron inmediatamente todas las salidas aéreas y marítimas de la isla, como protocolo de prevención. El protocolo de rastreo había mejorado con respecto al aplicado con Cristina Bergua. 

En 2014, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, apuntaba a líneas de investigación “bastante buenas” e insistió en el que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado mantenían contacto permanente con las familias. Ahora, y tras casi cumplirse siete años de su desaparición, la Guardia Civil ha identificado al sospechoso Antonio O., de 56 años, como posible autor de la detención ilegal y el homicidio de Yéremi.

El triple crimen de Macastre (Valencia) prescribió en 2009 sin que se haya encontrado al culpable o culpables de la matanza. En este suceso fueron asesinados el 19 de enero de 1989 tres adolescentes durante una acampada de fin de semana: dos chicas y el novio de una de ellas.

El cuerpo de Rosario Gayete se encontró unos meses más tarde en la caseta de un pastor sin aparentes signos de violencia; el de Francisco Flores, su novio, fue localizado a 300 metros de ese cobertizo; mientras que el de Pilar Ruiz, la otra chica, quedó junto al río Magro. En un primer momento se creyó que los tres jóvenes habían muerto por la inhalación de benzol, una sustancia altamente tóxica, pero el hallazgo del cuerpo de Pilar -con la mano y el pie cortados con una sierra mecánica- cambió el rumbo de esa teoría.

Hoy en día, y casi 30 años después, el triple crimen de Macastre continúa siendo un verdadero misterio sin resolver.

No obstante, algunos homicidios que durante años permanecen sin resolución -gracias a la perseverancia de investigadores y avances científicos- consiguen esclarecerse y, finalmente, cerrarse. El pasado 1 de octubre de 2015 era detenido Ahmed Chelh, como autor del asesinato de Eva Blanco en 1997, en la localidad Besançon (Francia).

Los investigadores llegaron a Chelh por medio de la comprobación de pruebas de ADN recogido a personas residentes en Algete en 1997. Así, los investigadores dieron con la prueba del hermano a finales del mes de agosto, que coincidía en un 97%, y la orden de detención se trasladó a las autoridades francesas.