Los Davidianos que se establecieron en Waco son una escisión del movimiento protestante de los ‘Adventistas del Séptimo Día’. Toman su nombre del personaje bíblico David. Es una creencia monoteísta y se basa en las interpretaciones que realizan los adeptos de la Biblia. Los Davidianos que protagonizaron la masacre son, a su vez, una rama del grupo, liderado por David Koresh. Este se convirtió en un disidente de la rama más conservadora del grupo davidiano, lo que le llevó a una lucha por el poder jerárquico de la organización. La división de Koresh terminó en 1993 con el asedio de Waco.
El grupo de los Davidianos o ‘Vara del pastor’ fue fundado por Ellen G. White y Victor Houteff, considerados profetas. Creen en el don de la profecía, que se manifestará en momentos cercanos al fin del mundo, cuando Jesús regresará. Houteff formó parte de los Adventistas del Séptimo Día desde 1919 y fue desarrollando su doctrina y creencias pero sus interpretaciones bíblicas no fueron aceptadas por la iglesia madre, lo que llevó a la segregación. Se trasladó a Waco y construyó el centro Monte Carmelo, desde donde dirigía la nueva organización.
Victor T. Houteff murió en Waco en 1955, lo que originó una lucha sucesoria. Un grupo de sus seguidores no aceptaban que la esposa de Victor, Florence Houteff se hiciera cargo de la organización por lo que surgió ‘La Rama Davidiana’. La batalla por el poder acaba con la división en dos grupos. Uno de ellos liderado por George Roden y el otro dirigido por David Koresh, quien consideraba que había heredado los poderes proféticos de Houteff. Se consideraba un sucesor del Rey David y aseguraba que sus enseñanzas provenían del Espíritu Santo. Lideró el grupo apocalíptico hasta el asedio que tuvo lugar en 1993 por el FBI después de que se acusara al grupo de tenencia ilegal de armas y abuso de menores.
No obstante, en la actualidad existen grupos fragmentados de Davidianos que no aceptan las creencias de Koresh y rechazan completamente su ideología y sus interpretaciones del libro del Apocalipsis. Estos grupos Davidianos se basan en la fe cristiana: creen en Dios y en Cristo como Salvador. Para ellos es muy importante la unidad familiar y creen que el matrimonio es una institución sagrada ordenada por Dios. No aprueban la acumulación de armas, la poligamia ni reconocen a Koresh como el mesías. Creen en el mensaje de Victor T. Houteff, la “restauración del Reino de David en la Tierra Santa” en los momentos próximos al fin de la historia de la Tierra antes de la segunda venida de Jesucristo.
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