El mayor asesino en serie de la historia de EE.UU.

Samuel Little ha sido durante décadas un habitual de los centros correccionales estadounidenses. Con 79 años ha pasado la mayoría de ellos entrando y saliendo de prisión siendo ajeno todo el mundo a que los crímenes por los que era condenado escondía a un asesino en serie. Ahora con 79 años ha confesado matar a 93 mujeres a lo largo de 40 años. Gracias a forenses, criminólogos, expertos, agentes de las fuerzas de seguridad del país y psicólogos ya han conseguido demostrar y reconstruir más de 50 escenas del crimen, pero aun queda la mitad de sus víctimas por saber quiénes eran y de qué forma fueron asesinadas. Con las 50 víctimas confirmadas y contrastadas, ha desbancado del macabro podium del mayor asesino en serie a Gary Ridgway del que se conocían 49 asesinatos.

 

PRIMERAS CONDENAS

Este norteamericano entró por primera vez en prisión en 1956 por un delito menor. Sus estancias en prisión siempre estaban relacionadas con pequeños hurtos o escándalo público. Vivía en la calle y siempre estaba borracho, por lo que las autoridades locales nunca prestaron atención ni estuvo en el radar de sospechoso de actos violentos.

 

EL MACABRO HALLAZGO

En 2012 fue detenido en un albergue para sintecho en Kentucky y mandado a California para que prestara declaración por un tema de drogas. Cuando la policía de Los Ángeles metió su ADN en la base de datos todas las alarmas saltaron. De inmediato se le relacionó con tres asesinatos sin resolver en 1987 y 1989, cuando tres cuerpos de mujeres aparecieron llenos de golpes abandonadas en la ciudad.

Fue entonces cuando las muestras fueron transferidas a la base de datos del FBI lo que le colocó de inmediato en el autor de varias muertes violentas a lo largo de 25 estados. Uno de los casos tuvo lugar en Texas por lo que fue trasladado de inmediato para ser interrogado. Cuando un Ranger de Texas comenzó a interrogarle, Samuel Little no tardó en confesar 93 asesinatos. Llevan mas de año y medio de interrogatorios, dado que la memoria de Little empieza a divagar debido a su edad, pero hasta el momento 50 de los delitos confesados, han sido contrastados y verificados.

Lo que tienen en común sus víctimas es que todas eran mujeres jóvenes, con problemas de drogadicción, vagabundas o prostitutas. Muchas de ellas sin familiares directos o entorno que pudiera lanzar la voz de alarma de su desaparición o reclamar su cadáver.

El FBI ha lanzado un llamamiento a nivel nacional para poder resolver los 43 casos pendientes. Se pide a la gente que si sabe de mujeres que hayan fallecido o desaparecido en circunstancias violentas desde 1970. avise a las autoridades. Se está intentando hacer un mapa a nivel nacional para poner nombre y apellidos a cadáveres que han aparecido durante cuatro décadas con cuentagotas a lo largo del país.

Para ayudar a la gente a la identificación, la agencia gubernamental ha grabado las confesiones de Samuel Little para ver si alguien pudiera dar pistas sobre las asesinadas. Algunas de estas declaraciones van acompañadas de dibujos hechos por Little.