Desde AMC Crime te queremos presentar a estos cuatro asesinos en serie que no te dejarán dormir por las noches, porque este era su principal modo de actuar, esperaban la oscuridad para hacerse fuertes ante sus víctimas.
A lo largo de toda la historia, la humanidad ha estado marcada por distintos tipos de criminales, entre ellos los asesinos múltiple o comúnmente conocidos asesinos en serie, estos personajes más complejos de lo que parece, en muchas ocasiones han sido victimas de un duro camino marcado por factores biológicos, la psicológicos y la sociológicos, factores que en ninguno de los casos el individuo puede controlar.
Este ha sido el caso de los siguientes criminales que crecieron en entornos más que cuestionables, familias conflictivas, el mundo de la violencia doméstica y las drogas, toda una vida faltos de cariño.
Richard Ramírez
En primer lugar, nos encontramos con Richard Ramírez “El acosador nocturno”, este famoso asesino en serie culpable de la muerte de al menos 13 personas, además de diversas violaciones y robos, pero la historia tras el personaje es la de un nuño que se crio en una familia desestructurada, que recibía palizas por parte de su padre alcohólico.
Todo por lo que pasó acabó moldeando a un ser peligroso y violento satanistas, que mataba a personas de cualquier raza, sexo, origen o clase social. Nunca mataba a sus victimas de la misma manera, sino que utilizaba bates, puñales o pistolas. El único patrón que seguía es que se colaba en casas por la noche, mataba a los maridos primero y luego violaba a las mujeres para posteriormente matarlas.
Eddie Leonski
Ahora hablaremos de Eddie Leonski, también conocido como “El asesino de la oscuridad”, en este caso nos encontramos con un exsoldado estadounidense, pero, al igual que Ramírez había tenido una infancia muy dura, se crio en un entorno de todo menos familiar en el que estaba lleno de violencia y alcoholismo, con una madre sobreprotectora y controladora que hacía que los demás niños del vecindario se burlaran de él.
Al llegar a Australia como consecuencia del servicio militar empezaron los asesinatos, con un patrón significativo, siempre atacaba a mujeres y las mataba estrangulándolas, Leonski aprovechaba la oscuridad de las calles de Melbourne para pasar desapercibido. Eddie Leonski fue detenido en el mismo año y juzgado bajo la ley militar estadounidense.
David Berkowitz
Richard David Berkowitz fue un hijo no deseado nacido en Brooklyn en 1953. Su madre biológica lo dio en adopción, marcando su personalidad para siempre. Su carácter tímido, depresivo y repleto de ataques de violencia desmesurados se vio agravado tras la muerte de su madre adoptiva cuando David tenía 14 años. Todo esto influyó en sus desequilibrios mentales.
Entre 1976 y 1977 en la ciudad de Nueva York se empezó a notar un pánico social a causado por los constantes ataques de un asesino en serie que disparaba a discreción y de manera aleatoria a jóvenes y adolescentes. Hubo 7 heridos y 6 muertos en apenas unos meses, producidos por las balas de un revólver del calibre ’44. Cuando fue arrestado declaró que un demonio había poseído al perro de su vecino y le había ordenado matar a esas personas.
Eric Edgar Cooke
Eric Edgar Cooke “El visitante nocturno” Eric Edgar Cooke, nació en 1931 en Australia y fue el mayor de tres hermanos, como en los otros casos su dura infancia sería responsable, en gran parte, de la persona en la que se convertiría. Criado en el seno de una familia violenta e infeliz, en la que sus padres se habían casado solo porque su madre se había quedad embarazada de él, todo esto se agravaba con las palizas que le provocaba su padre alcohólico tanto a él como a su madre.
La ola de crímenes de 4 años tendría golpes, fugas, apuñalamientos, estrangulamientos y tiroteos, las victimas recibieron disparos de diferentes armas, apuñaladas con cuchillos o tijeras, golpeadas con un coche o con un hacha. Dos victimas fueron asesinadas en sus casas mientras dormían, otra fue estrangulada con el cable de una lámpara y posteriormente Cooke violó su cadáver.
Como asesino en serie, para la policía Cooke fue bastante inusual, ya que en su modus operandi era bastante aleatorio, no seguía un patrón a la hora de elegir a sus víctimas. Cometió sus asesinatos entre 1959 y 1963.
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