¿Cómo era la prisión de Pablo Escobar?

A los voluntarios de 60 Días Dentro les encantaría que su prisión fuera como la famosa ‘Catedral’ del Patrón de la droga, Pablo Escobar. La tercera temporada de la serie se desarrolla en la cárcel del condado de Fulton, en Atlanta. ¡No te la pierdas!

 

Pablo Escobar, interpretado por Wagner Moura en la serie de ficción de Netflix Narcos, logró ser el narcotraficante más influyente de Colombia dejando una estela de sangre a sus espaldas, pues se le reconoció como el autor de numerosos crímenes de homicidio, terrorismo, secuestro y extorsión. Además, el fundador del cártel de Medellín logró amasar una gran fortuna fruto de su actividad con la droga.

El capo desató la guerra contra el gobierno colombiano y los cárteles rivales a través de una rigurosa red de sicarios, que perpetraron todo tipo de atentados hasta que en 1991 el rey del narcotráfico se entregó al gobierno colombiano a cambio de no ser extraditado a Estados Unidos.

Pablo Escobar exigió que le encerraran en La Catedral, una prisión diseñada y construida por sus propios hombres en Envigado, cerca de Medellín, lugar que conocían a la perfección.

La estancia en esta prisión permitió a Escobar seguir construyendo su imperio desde dentro. Más que una cárcel era una vivienda de lujo para él y sus secuaces sin celdas ni rejas. En su lugar había amplios apartamentos donde disfrutaban  de grandes comodidades y privilegios. Podría confundirse con un lugar de retiro.

Contaba con dormitorios de lujo, jacuzzi, sala de juegos con billar y ruleta, gimnasio y discoteca. Tenía hasta una cascada natural y un campo de fútbol en la finca que se utilizaba como pista de aterrizaje para helicópteros. Por supuesto, los materiales con los que se habían construido los muebles eran de alta gama: los baños se importaron desde Italia y las habitaciones contaban con aire acondicionado.

La ‘celda’ de Pablo Escobar era un apartamento con dos espacios, el salón-cocina y el dormitorio-despacho. También contaba con una terraza con telescopio con el que estaba al tanto de lo que ocurría en las calles de Medellín. En la finca había unas cabañas equipadas con electrodomésticos de todo tipo y escondite para armas. Había hasta un búnker para resguardarse de los posibles ataques enemigos.

En la Catedral celebraban fiestas y recibían visitas de amigos, que accedían a la prisión de lujo escondidos en los camiones que proporcionaban los alimentos. Esto no resultaba muy difícil ya que los guardias encargados de la seguridad de la prisión se encontraban bajo extorsión y sobornos del Patrón.

Escobar permaneció allí un total de 13 meses hasta que planeó su fuga. El gobierno de César Gavira creía que tenía la situación controlada hasta que se enteró de que se habían cometido dos asesinatos dentro de la prisión. El capo había ordenado matar a dos de sus aliados, Fernando Galeano y Gerardo Moncada, por una supuesta deuda. Las autoridades colombianas ordenaron su traslado a otro centro por lo que Escobar y sus secuaces se fugaron por la parte trasera de la finca.

El muro de yeso que atravesaron estaba intencionalmente construido para que pudieran escapar. Las comodidades de las que disponían no salieron a la luz hasta después de la fuga, cuando los medios de comunicación pudieron acceder al centro. Un año y medio después, el Patrón del Mal fue abatido por la policía colombiana.

En la nueva temporada de 60 Días Dentro los voluntarios que han decidido llevar a cabo este experimento tendrán que vivir 60 días codo con codo con criminales sin acceder a ningún tipo de privilegio.

No te pierdas el ESTRENO de la tercera temporada en Crimen e Investigación el lunes 11 de septiembre a las 21:20. Mientras, para ir calentando motores este lunes, 4 de septiembre se estrena un especial de la temporada 2 con los secretos de los protagonistas.