Asesinos en serie en España

La identidad del asesino de Long Island sigue siendo un misterio. Resulta difícil, en ocasiones, relacionar un crimen con otro para identificar a los asesinos en series puesto que suelen ser pequeñas similitudes en los materiales encontrados en la escena del crimen o el modus operandi los que aportan las pistas. A continuación señalamos algunos asesinos en serie que han cometido crímenes similares a los de Long Island dentro de nuestras fronteras.

MANUEL DELGADO VILLEGAS, ‘EL ARROPIERO’
Es uno de los asesinos más feroces de la historia en España. Confesó el asesinato de su novia y de 47 personas más, la mayoría mujeres. La policía le interrogó sobre la desaparición de su pareja sin sospechar absolutamente nada cuando él confesó que la había estrangulado con sus propios leotardos cuando realizaban el acto sexual.
El mote le viene de su padre, que se dedicaba a vender arrope. Ingresó en la Legión española, donde aprendió un golpe mortal en la laringe, un truco que empleaba con la gran mayoría de sus víctimas. La policía investigó 22 asesinatos de los cuales consiguió probar 8. Fue, finalmente, detenido en el Puerto de Santa María (Cádiz) en 1971.

ALFREDO GALÁN, EL ‘ASESINO DE LA BARAJA’
Alfredo Galán fue un ex militar procedente de Puertollano (Ciudad Real). Asesinó a 6 personas en 54 días a principios del año 2003.
Su primera víctima fue un conserje; la segunda, un hombre que esperaba el autobús. La policía encontró casualmente un as de copas en la escena del crimen y, a raíz de ahí, Galán comenzó a emplearlo como firma. Se generó un gran interés mediático. Galán mataba por matar, porque le habían entrado «ganas», según su propia confesión posterior. Fue condenado a 142 años de prisión.

JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ VEGA, EL ‘MATAVIEJAS’
Este asesino en serie español violó y acabó con la vida de al menos 16 ancianas de entre 60 y 93 años en Santander entre agosto de 1987 y abril de 1988. Vega fue diagnosticado como psicópata. Escogía ciudadosamente a su víctima, la observaba y planeaba detenidamente el crimen. Se hacía pasar por un albañil ofreciéndose a arreglar algún desperfecto para entrar en sus casas. Cuando la policía le arrestó, encontró en su casa pequeños objetos de las víctimas, que el criminal guardaba como trofeos.
Fue condenado a 440 años de prisión y murió en 2002 en la cárcel de topas, Salamanca, tras ser apuñalado por dos reclusos.

FRANCISCO GARCÍA ESCALERO, EL ‘MATAMENDIGOS’
La actividad criminal de este asesino concurrió entre los años 1988 y 1994. García Escalero mató al menos a 11 personas, en su mayoría mendigos. Era esquizofrénico, con grandes problemas de alcoholismo y practicaba la necrofilia y el canibalismo. Cometió verdaderas barbaridades movido por sus deseos patológicos. Los cadáveres aparecían, en ocasiones, mutilados o decapitados.
Trató de suicidarse sin éxito lanzándose debajo de un coche y en el hospital confesó a las enfermeras haber cometido los asesinatos. Se alegó enajenación mental por lo que fue trasladado al centro psiquiátrico penitenciario de Fontcalent, Alicante.

MARGARITA SÁNCHEZ GUTIÉRREZ, LA ‘VIUDA NEGRA’
La asesina en serie mató a cuatro hombres entre 1992 y 1995 por envenenamiento. Introducía las sustancias tóxicas en la comida o la bebida que ofrecía a sus víctimas. Todas las personas a las que asesinó eran próximas a ella, como familiares o vecinos, entre ellos su suegro.
Vivía en l’Hospitalet, Barcelona, donde era conocida como ‘La Bizca’. Los vecinos la consideraban una mujer conflictiva, de trato difícil. Fue, finalmente, condenada a 34 años de prisión por lesiones y robo con violencia, ya que la justicia determinó que la intención de Margarita no era matar a estas personas sino drogarlas para después poder robarlas.