El aforamiento y el crimen

Cómo se juzgaría a un político en situación de aforamiento que comete un crimen

 

El debate acerca de los aforamientos en España está en primera plana y desde Crimen e Investigación queremos aclarar cómo afecta esto a una hipotética investigación criminal. Para ello vamos a explicar primero qué significa estar aforado.

 

El aforamiento es una situación jurídica en la que la persona que ejerce un cargo público y que comete un delito, está exenta de ser juzgada por un tribunal ordinario y su caso pasa directamente a instancias superiores, el Tribunal Supremo en la mayoría de los casos.

 

Tribunal Supremo

 

Entonces ¿qué ocurre si un cargo público qué esta acogido al régimen de aforamiento comete un homicidio? En ese caso hay que especificar qué grado de aforamiento es al que está sometido cada individuo a razón del cargo.

 

Si el aforamiento incluye la vida privada del individuo, significa que en el caso de que el sujeto cometa un crimen (como homicidio o asesinato) también sería juzgado por el Tribunal Supremo. Este es el caso de:

 

  • La Reina Letizia, los reyes Juan Carlos y Sofía y la Princesa de Asturias
  • Diputados y senadores
  • Miembros del Gobierno, altos cargos del Estado y la cúpula judicial
  • Parlamentarios autonómicos y miembros de gobiernos autonómicos (Juzgados por el Tribunal Superior de Justicia)

 

Sin embargo, y aunque también están aforados, los jueces y fiscales de base se acogen a un sistema de aforamiento de otro nivel, que incluye exclusivamente los posibles delitos que puedan cometer en el ejercicio de sus funciones laborales. Los actos criminales cometidos en el ámbito de su vida privada, se juzgarían en un tribunal de primera instancia.

 

 

EL REY, CASO ESPECIAL

 

La figura del Rey no goza de aforamiento, si no de inviolabilidad. Tanto en el ámbito civil como en el privado. Según el artículo 56 de la Constitución, no puede ser investigado en ningún caso. Según el abogado Enrique Lillo en respuesta a Público “un asesinato, por ejemplo, no sería un acto en ejercicio de su cargo, pero sucede que el rey es inmune. No significa que no haya cometido un delito. Mientras que no deje de ser rey, no puede ser perseguido porque, aunque ha cometido un delito, existe un obstáculo procesal”.

 

Felipe VI, Rey de España

 

ELIMINAR AFORAMIENTO

 

Siempre existe la posibilidad de que un cargo público pueda ser despojado de su situación jurídica a través de las herramientas que las distintas instituciones públicas establecen. Ya sea a través del congreso, el senado u otras.

 

 

No hemos hallado casos en los que un individuo aforado haya tenido que ser juzgado por un homicidio o asesinato en España.