Top 5 de los concursos más desternillantes de la TV

Con la llegada del verano, además del recurrente posado de Ana Obregón, es habitual que las parrillas de nuestra televisión se llenen de concursos, una época en la que la atención y fidelidad frente al televisor disminuyen sensiblemente.

Lejos quedan aquellos formatos frescos y divertidos que consiguieron grabarse en la memoria colectiva y que hoy recordamos con cierta nostalgia.

Haciendo repaso de aquellos programas míticos que hicieron más llevadero el calor, El Grand Prix se situaría a la cabeza. Conducido desde su nacimiento en 1995 por Ramón García (entonces sin capa), permaneció durante más de una década en antena de manera ininterrumpida, algo que supuso un hito en la historia de nuestra televisión. En cada entrega se enfrentaban habitantes de dos municipios de España que debían superar pruebas tan míticas como ‘Los troncos locos’ o ‘La patata caliente’. Azafatas en bikini, bailarinas, cucañas y vaquillas a las que se debía esquivar,  convirtieron a este divertido concurso familiar en un símbolo indiscutible del verano de varias generaciones.

 

Juegos sin Fronteras fue otro icono del verano emitido en horario estelar. Se trataba de un programa concurso organizado por la Unión Europea de Radiodifusión y emitido por Europa a través de la red de Eurovisión. En él participaban distintos países con distintas ciudades que debían competir en distintos retos deportivas y de habilidad. Se llevó a cabo entre 1965 y 1982, y en una segunda etapa entre 1988 y 1999. Cada episodio incluía 10 divertidas y complicadas pruebas en las que los participantes llevaban trajes extravagantes que dificultaban su realización, requiriendo destreza y buena forma física.

 

 

Mención aparte merece el genial programa japonés Humor Amarillo. Comprado al peso (más de 100 episodios de una tacada) fue emitido por la cadena Telecinco desde julio de 1990 durante cinco años. Los concursante eran sometidos a pruebas de destreza, donde, en su mayoría, podían recibir golpes. Tenían como objetivo alcanzar el castillo de Takeshi, defendido por sus tropas un tanto pintorescas. El ganador de todas las pruebas recibía un millón de yenes. Su genialidad radicaba en el desternillante doblaje de la versión española pues se asumía de manera natural que el doblaje no se correspondía en absoluto con los diálogos originales del programa. Los guionistas y locutores iniciales, Juan Herrera Salazar y Miguel Ángel Coll no seguían la locución original, sino que fueron creando una serie de personajes recurrentes (como El chino Cudeiro, Pinky-Winky, o Dolores Conichigua) e ideando nuevos nombres para las pruebas (como la prueba de «Las zamburguesas»Los rollitos de primavera”«El laberinto del chinotauro») que nada tenían que ver con los de la versión original.

 

 

Concursos como ¿Qué Apostamos?, ¡Guaypaut! o El Traidor, tiraban del formato competición de pruebas físicas como fórmula para lograr un valioso premio. Cada domingo a las 22:50h no te pierdas la más alocada competición de este verano con el estreno exclusivo de la aclamada* serie Humor Animal.

*  Galardonada con los premios Broadcast Digital Awards 2015 (‘Best Entertainment Programme’) y Rose d’Or Award winner 2015 for TV Game Show