¿Para qué sirve un concept car?

Concept cars, coches que nunca conducirás

 

Ya seas seguidor del motor o no, seguro que te has dado cuenta de que de vez en cuando se ven en las noticias, revistas, internet o cualquier otro medio, modelos de coches que al verlos piensas ¡qué pasada!, después piensas ¿cuándo lo venderán? y luego te das cuenta de que la respuesta es “nunca”. Estás entonces ante un Concept Car, o lo que siempre se ha conocido como un prototipo.

Un Concept Car no es otra cosa que un modelo prototipo que las marcas de coches diseñan y fabrican, principalmente, como inspiración para sus futuros modelos o para darle notoriedad a la marca. Cuando hablamos de fabricación, no hablamos de una producción en serie, sino que se producen pocas unidades (solo una en la mayoría de las ocasiones) y se presenta en las ferias internacionales de automovilismo. De esta forma, además las marcas miden el grado de impacto que ha producido y pueden utilizarlo de guía para futuros proyectos de modelos venideros.

Para ejemplificar esto, piensa en una pasarela de alta costura. Las prendas con las que desfilan los modelos son eso, prototipos. Guías de estilo que la firma utilizará para su próxima colección prêt-à-porter, pero que no estarán a la venta en tiendas para un público masivo.

¿CÓMO SE FABRICA UN CONCEPT CAR?

Este es un proceso largo y costoso con pasos muy definidos y que puede llevar entre 6 meses y un año y depende de los procesos de trabajo de la marca. Generalmente todo comienza con la conceptualización: porqué y para qué, son las preguntas que la marca se responde para idear el coche. Después de definir el concepto comienzan los dibujos. Primero se dibujan bocetos básicos para terminar con dibujos detallados hechos desde varias perspectivas. Una vez que los dibujos son definitivos, se construyen dos maquetas, una a escala 1:4 (cuatro veces más pequeño que el tamaño final) en poliuretano y por último una en arcilla a escala real (1:1).

Cuando los responsables dan su “ok”, finalmente se fabrica el modelo definitivo incluyendo interiores, motores y accesorios.

¡Listo para presentar y observar reacciones!

ORÍGENES

El puesto de primer concept car de la historia de la automoción está reñido. Algunos expertos dicen que es el Buick Y-Job y otros el Volvo Venus Bilo. Aunque si nos ceñimos a las fechas de presentación, es el Volvo quien ostenta el honor:

Buick Y-Job

Volvo Venus Bilo

Para conocer hasta qué punto fueron adelantados a su tiempo, por ejemplo el Buick Y-Job contaba con elevalunas eléctricos, faros dirigibles y escamoteables (se esconden al apagarse) y capota retráctil entre otras características futuristas.

Y, ¿qué fue de estos prototipos? En cuanto al Volvo, se le perdió la pista cuando lo adquirió el propietario de unos desguaces daneses y lo convirtió en una pick up. El Buick corrió mejor suerte, ya que Harley Earl, su diseñador y quien se convertiría en vicepresidente de General Motors más adelante, lo condujo hasta el año 1951. Después se restauró y se expuso en el museo Henry Ford.

SUEÑOS QUE SE HACEN REALIDAD

Pues sí, aunque en contadas ocasiones, los concepts se pueden convertir en modelos producidos en serie y vendidos al público, aunque previo a ello hay que “legalizarlos”. Esto significa adaptar todos los elementos del vehículo a la legislación del territorio en el que va a ser comercializado: tamaño de los elementos de iluminación, grados de inclinación de los cristales, retrovisores, materiales y un millón de características más, amigas de la seguridad pero enemigas del diseño. ¡La seguridad es lo primero!

Estos son algunos ejemplos de prototipos que vieron la luz:

BMW i8 Concept / Producción

Range Rover Evoque Concept / Producción

Citroën DS 5 Concept / Producción

 

Como ves, hay casos en los que los cambios son mínimos.