Maurice Gatsonides, el hombre velocidad

La vida de Maurice Gatsonides fue una verdadera película. Siempre ligado al mundo del motor de una manera o de otra, Maus, como se le conocía, fue nada más y nada menos que el primer piloto de carreras que se dedicó a ello profesionalmente. Anteriormente, los pilotos que conducían en las pruebas, lo hacían más por amor al arte (y la velocidad) que como una manera de ganarse la vida.

Gatsonides nació en 1911 en Java (antiguas Indias Orientales holandesas) siendo su padre un diplomático holandés destinado allí. Más tarde volvieron a Holanda, en donde Maus recaló en las filas de pilotos de la compañía KLM. Allí trabajó como piloto comercial durante algunos años hasta que se marchó con el objetivo de montar un negocio propio: una fábrica de motores. Comenzaba su relación con el motor y la velocidad.

Comenzó a participar en campeonatos de rally como el de Montecarlo de 193 y el Liege-Romer-Liege en 1939, terminando cuarto. Después comenzó la Segunda Guerra Mundial, pero su relación con el motor y la ingeniería no solo no terminó, si no que se hizo más estrecha. Durante los años de la guerra, se dedicó a fabricar generadores de carbón y gas para que coches y vehículos comerciales no se detuvieran a falta de petróleo. Además, desempeñó otra actividad: ayudaba a prisioneros de guerra a escapar.

1945, terminó la guerra y entonces Maus volvía a la competición terminando en buenos puestos en varias carreras. En 1949 cosechó su primera victoria conduciendo un Hillman. En 1951 participó por primera vez en la carrera por excelencia de los Alpes, el Rally Alpine, en donde condujo un Jaguar XK 120 junto con el copiloto Bill Mackenzie, quien dijo tras el abandono que no volvería a correr con Maus, era demasiado terrorífico. El año siguiente Gatsonides se alzó con la victoria del Rally Alpine conduciendo de nuevo un Jaguar KX 120.

Pero Maus no solo fue un piloto de rally, si no que también probó en las 24 horas de Lemans y en la archiconocida Mille Miglia en 1953 y 1954, aunque sin grandes éxitos. Durante los siguientes cuatro años tuvo un fuerte compromiso con Triumph con los que ganó dos competiciones. Otros de sus éxitos posteriores fueron la victoria en Mobil y en otras tres ocasiones consecutivas en 19654, 1965 y 1966.

Para entonces ya estaba prácticamente retirado de la competición, pero eso no significó que se retirara del mundo automovilístico, ya que siguió mostrando su talento en el mundo de la ingeniería y la electrónica.

Puede que después de leer estas líneas comiences a admirar a Maus, pero debes seguir leyendo para decidir si quieres seguir haciéndolo. ¿Por qué?

EL RADAR DE VELOCIDAD

Resulta que, ducho en la ingeniería, Maurice Gatsonides fue el precursor del radar de velocidad moderno. ¿Quién iba a decir que las multas de velocidad que te llegan lo hacen gracias a un piloto de carreras que amaba la velocidad? Esto demuestra que ser amante de los kilómetros por hora no es sinónimo de irresponsabilidad, si no todo lo contrario.

A través de su empresa Gatsometer BV (que sigue hoy activa), inventó un aparato que cubriera una de sus grandes necesidades: conocer al milímetro cuál era la velocidad exacta con la que trazar curvas de la manera más adecuada, y para ello, claro está, necesitaba medir la velocidad desde fuera del vehículo. ¿Qué hizo? Utilizar el efecto doppler con un disparador automático para tomar fotografías. Corría el año 1958 y nacía el radar moderno. Esta es la tecnología principal que se utiliza actualmente en la gran mayoría de los radares.