Fuerzas Especiales, el entrenamiento más duro del mundo

Ni marines, ni Navy Seal ni ningún otro cuerpo militar tiene un entrenamiento como las Fuerzas Especiales Británicas. Y es que el entrenamiento que tiene que seguir todo aquel que quiera formar parte de los SAS (Special Air Service) va a tener que ir con una preparación física titánica y aun más mental. Se parte de la base de que los reclutas que quieran acceder a esta fuerza de élite son ya miembros de las fuerzas armadas de su Majestad, ya que está totalmente cerrada a civiles.

El entrenamiento tiene una duración de 2 meses y la tasa de abandono habla por si sola. El 90% de los reclutas abandonan ya sea por lesión o porque son incapaces de superar las pruebas a que día tras día son sometidos. Este entrenamiento se divide en dos escenarios, a cuál más duro: Las montañas y la selva. El cambio de terreno, orografía y condiciones meteorológicas no ayudan en absoluto a los desafíos que tienen cada día.

Durante estos dos meses se tendrán que enfrentar a pruebas de mapas, brújulas, natación, aptitudes para el combate o primeros auxilios y todo ello poniéndolo en práctica en unas pruebas físicas que harían sudar al mismísimo Superman. En la etapa de la montaña se pone a prueba la resistencia y la capacidad del recluta para navegar en la naturaleza y todo ello, sin saber a qué se enfrentan cada día. Dentro de estas primeras semanas en la montaña se incluyen dos de las pruebas más duras: El «Fan Dance» (Baile de fanáticos) y el «Long Drag» (El largo arrastre). En la primera de ellas tendrán que hacer frente a una caminata de 24km en plenas montañas galesas. En esta prueba un 40% abandona. En la segunda prueba titánica, el Long Drag, los reclutas tendrán 19 horas para completar una caminata de 64km, ataviados de su mochila reglamentaria de 25kg, rifle, agua y alimentos. Tan solo tendrán una brújula y un mapa para completar la hazaña. En esta prueba fallecieron en 2013 tres reclutas al deshidratarse, lo que puso en tela de juicio la dureza de este entrenamiento.

Los afortunados que pasen el primer mes se adentran en la jungla para la siguiente fase de 6 semanas. Aquí se ponen en práctica sus habilidades en el combate, manejo de armas, demolición o paracaidismo. Para ello viajan a Borneo donde tendrán que aprender a sobrevivir. Las caminatas siguen estando a la hora del día también en esta fase. Es un momento delicado, las condiciones climáticas y los insectos podrían hacer que abandones por un simple corte.

La traca final del entrenamiento es «escape y evasión». Tendrán que poner en práctica todo lo aprendido y evitar ser capturados. Si la superan, queda la fase de interrogatorios que pondrá cuerpo y sobre todo de tu mente al límite.

Una vez terminada esta fase, tan solo el 10% de los reclutas que comenzaron habrán llegado al final e ingresan dentro de las Fuerzas Especiales Británicas.