Europa obliga a poner sonido a los coches eléctricos

Seguro que a muchos os ha ocurrido el ir por la acera y de repente sobresaltaros al notar un coche pasando a vuestro lado. No, no es que estuvierais ensimismados en vuestros asuntos o hayáis perdido oído, es que con casi toda seguridad se trataba de un coche eléctrico.
Una de las características de estos coches es que no suenan apenas y aunque puede parecer algo positivo, puede ser también negativo y sobre todo, peligroso

Hasta ahora una de las formas que tenemos para saber si un coche se acerca es escuchándolo. Aunque vayamos a favor de la marcha por un arcén o acera, sabemos que un coche se aproxima por el ruido del motor. Esto se acabó con los coches eléctricos que cada vez más llegan a las ciudades españolas. A primeros de año Europa aprobó una ley por la cuál los coches eléctricos tienen que tener instalados unos sistemas acústicos que se activen automáticamente cuando bajen de 20 km/h o se muevan marcha atrás. Este sonido tendrá que estar entre los 56 y los 75 decibelios y deberá variar según la aceleración del vehículo para que la gente perciba ese movimiento.

Una de las razones principales para esta medida es el aumento de percances que los transeúntes tienen con este tipo de vehículos, sobre todo las personas invidentes o con visibilidad reducida que se fiaban de su oído hasta ahora para percibir un coche acercándose.

El problema viene en cuanto no se estipula qué tipo de sonido utilizar, por lo que cada marca se aventura a incluir su propio sonido. Los que hasta ahora hemos podido escuchar como el de los autobuses de Londres, los Nissan y los Jaguar, convertirán las ciudades en una peli de ciencia ficción de 80.

 

Es tal la batalla que parece que va a comenzar por tener el mejor sonido, que BMW ha contratado al mismísimo oscarizado compositor Hans Zimmer, sí, has leído bien, el autor de bandas sonoras como El rey león o Gladiator es el encargado de “componer” el sonido de los BMW.

Solo esperamos que el eléctrico de Seat nos deleite con algo más cañí como Paquito el chocolatero.