¿Está preparada España para los coches eléctricos?

Los coches eléctricos ya no es algo que veíamos hace pocos años como algo de un futuro a medio-largo plazo. Cada vez se ven más en nuestras ciudades y tiene pinta de que han llegado para quedarse. ¿Está España preparada para sustentar un parque automovilístico de coches eléctricos?.

Hace ya unos cuantos años comenzamos a ver el Toyota Prius circulando por nuestro país. Aunque la mayoría eran taxis, hubo unos pocos pioneros que decidieron aventurarse en el coche eléctrico, o bien por motivos de ahorro de gasolina o bien por conciencia con el medio ambiente. Aunque tuvo un parón durante unos años en cuanto a nuevos modelos, fue con la introducción del car sharing y servicios como Car2Go cuando volvió a despuntar en nuestro país. Hoy en día en las grandes ciudades de España todas la compañías de alquiler por minutos de coches y motos son eléctricas, lo que favorece en cierta forma la carga de contaminación que sufre nuestro aire.

Aunque cada vez están más presentes en nuestro día a día, aun hay mucho desconocimiento en cuanto a este nuevo tipo de vehículo, del que presume ocupará la mayoría del parque automovilístico en un futuro cercano.

TIPOS DE COCHE

Antes de nada hay que diferenciar los diferentes tipos:

  • Coche eléctrico: Este coche se impulsa gracias a un motor eléctrico que genera la energía gracias a una baterías. No contamina ya que no genera ningún tipo de combustión. Para recargar esas baterías es necesario que se enchufen a una fuente de energía. Su gran «pero» es la autonomía que ofrecen, que a pesar de que cada vez es más amplia sigue siendo una gran diferencia con un coche de combustión interna. Aunque el mantenimiento de este tipo de coches es relativamente barata, requiere de una infraestructura para su uso. Tendrías que tener una estación de carga y otra en tu centro de trabajo o tener cerca un sitio donde enchufarlo. Todo esto partiendo de la base la distancia media que recorras diariamente.
  • Coche híbrido: Es una combinación de un motor de combustión interna y otro eléctrico. Para ello cuenta con baterías adicionales a la habitual de los coches que se van recargando por el propio movimiento del vehículo. Este coche usa el motor de combustión la mayor parte del tiempo aunque en ocasiones y en función de la carga de batería puede recibir el apoyo del motor eléctrico. Es más eficiente a nivel energético ya que aprovecha la energía que se pierde al reducir de velocidad. Por ello el gasto de gasolina es menor así como la contaminación que genera. Es una buena opción para moverte por ciudad con un consumo mínimo de gasolina y a su vez poder viajar grandes distancias con él.
  • Coche híbrido enchufable: Los motores eléctricos tienen baterías superiores a los no enchufables y además proporcionan más potencia al coche. Pero la parte negativa es que no recuperan toda la energía que recuperan los no enchufables por lo que si quieres usar el motor eléctrico tienes que usar una estación de carga.

 

PARQUE AUTOMOVILÍSTICO EN ESPAÑA

En España los coches eléctricos e híbridos suponen el 0,4% de todo el parque. En 2018 se vendieron 4.745 coches eléctricos frente al 1.330.000 de coches tradicionales, ¿por qué?. Primero hay que hablar de un desconocimiento total frente a este nuevo tipo de coches. Tan solo oímos hablar de estos vehículos cuando se dan episodios de alta contaminación y todos nos echamos las manos a la cabeza. Falta una comunicación real de qué ventajas aportan estos coches y lo que pueden suponer.

La autonomía sin duda es uno de los puntos que más hace a la gente tirarse por un coche convencional aunque en la mayoría de los casos la falta de información toma la decisión. Igual que puedes elegir el tamaño de un coche teniendo en cuenta tus necesidades, en el caso de los eléctricos e híbridos es lo mismo. Si el uso que vas a dar al coche es por ciudad y trayectos de menos de 100km diarios, ¿por qué no un eléctrico?, porque sabemos poco o nada sobre ellos. Cierto es que España aun no tiene unas infraestructuras adecuadas para poder moverte con tu coche con la misma tranquilidad de un vehículo de combustión interna. Por ello ya se ha instado a las grandes gasolineras a instalar puntos de carga en sus estaciones de servicio. Actualmente en nuestro país estos puntos de carga no superan los 4.000 en todo el país, concentrándose en mayor número en las grandes ciudades. Mientras que en Madrid cuentan con casi 500 puntos, en provincias como Zamora tan solo hay 4. Hace falta hacer una inversión para que la decisión de comprar o no un coche no dependa de la disponibilidad de carga.

 

LOS COCHES MÁS VENDIDOS

Por raro que suene, el coche eléctrico más vendido en lo que va de año en nuestro país es el Tesla Model 3, con 1.051 unidades. En gran medida esta cifra se debe a las empresas de VTC, que cada vez incluyen más este modelo en su oferta.

Le sigue muy de cerca el Nissan Leaf con 1.035 coches, el doble que en 2018. El lanzamiento del nuevo modelo, con mayor autonomía tiene gran culpa de ello.

 

Hyundai se mete en el ranking con 597 unidades del Kona. La razón es que de los pequeños SUV es el que mejor relación calidad-precio-autonomía tiene ya que cuenta con una subvención especial para su adquisición además de una batería doble que da más autonomía.

 

El Renault Zoe lleva 551 matriculaciones. Es un modelo renovado con más potencia y autonomía. Su pequeño tamaño le hace perfecto para circular por las ciudades.

 

La alemana BMW cierra el top 5 con el i3. A pesar de que sus 39.000€ pueden ser un impedimento cuenta con un motor de 170 CV y 260km de autonomía lo que unidos a su pequeño tamaño lo hace perfecto para el día a día.

PREDICCIONES

Tras un último estudio por parte de Accenture, se calcula que para 2040 España contará con 2 millones de coches eléctricos. Esto solo será posible si aumentan las ayudas a su compra, se amplían los puntos de carga y el conocimiento de las personas y si las marcas comercializan más coches a menor precio que el actual.

Ahora mismo un 70% de los españoles estaría dispuesto a pasarse a esta forma más eficiente de conducción siendo el factor medioambiental fundamental para la toma de la decisión aunque la cuestión monetaria sigue siendo la principal barrera.