El final del verano es carne de cañón para las tormentas. Ver como el cielo se ilumina y con suerte cazamos un rayo en nuestra cámara nos deja embobados tras el cristal de la ventana, porque esto hay que tenerlo claro: Si hay tormenta eléctrica y tu estás en casa, cierra todas las ventanas para evitar las corrientes de aire que el rayo podría seguir. Pero, ¿qué pasa si nos pilla una tormenta eléctrica fuera de nuestro hogar?.
En España caen más de de 1.350.000 rayos al año y por mentira que parezca, no causa muchas muertes al año. Aun así, es importante saber qué hacer si nos pilla una tormenta, dónde resguardarnos y evitar ser un pararrayos andante.
Si nos pilla en el coche, las recomendaciones son apagar la radio, cerrar las ventanillas y no bajar del coche. Además si podemos es recomendable alejarse de tendidos eléctricos y vallas metálicas así como de zonas con balsas de agua. Así mismo si nos pilla en medio del campo y tenemos el coche cerca, lo mejor es guarecerse dentro de él y evitar ser el punto más alto de donde nos encontremos. Nuestro vehículo hace de «Jaula de Farady» en caso de que caiga un rayo. La electricidad se repartiría por las superficies metálicas exteriores, manteniéndonos seguros en el interior. Por ello tenemos que dejar pasar un rato hasta que bajemos del coche, para que el coche se descargue por los neumáticos. Si el rayo ha sido potente podrían reventar los neumáticos casi de inmediato, por lo que si nos pilla circulando lo mejor es diminuir la velocidad en caso de que no podamos detenernos por completo. Si nuestro coche posee un cable de masas, de esos que ponemos para evitar los «chispazos», podremos salir del coche conforme caiga el rayo ya que ese cable habrá descargado la electricidad.
En ciudad es prácticamente imposible que nos alcance un rayo por la altura de los edificios y porque muchos cuentan con pararrayos.
Contrario a lo que mucha gente cree, volar durante una tormenta eléctrica es seguro. En caso de ser alcanzados, el avión actuará como con el coche en Jaula de Farady. El problema que podría haber es que el rayo dañara algún motor o el instrumental, pero el personal está acostumbrado y entrenado para un aterrizaje de emergencia si se diera este supuesto, que aunque no es imposible, sí remoto.
