El desierto de Bonneville: sal y velocidad

¿Puede un desierto de sal ofrecer todo lo que un amante de la velocidad necesita? Por supuesto que sí. Y se llama Bonneville. Este es un desierto o salar situado a unos 140 kilómetros al oeste de Salt Lake City (Utah, EE. UU.) que fue un lago en el Pleistoceno, y que debido (y gracias) al paso del tiempo se ha convertido en la pista perfecta para conocer los límites de la velocidad de los artefactos construidos por el ser humano. Pero ¿por qué es tan perfecto?

 

Se trata de un terreno de unos 400 km2, totalmente llano. Para que te hagas una idea del tamaño, su longitud es similar a la distancia que hay entre Alicante y Valencia, con un ancho de 70 kilómetros. Por lo tanto, sí, hay distancia más que suficiente para batir récords de velocidad sobre tierra y frenar a tiempo.

 

Su nombre tiene origen en el oficial del ejército de los Estados Unidos Benjamin Bonneville, por el que en su honor se bautizó el desierto. Unos años después de su bautizo, se probó su idoneidad para conducir, y efectivamente, la sal era perfecta, un Pierce Arrow lo confirmó.

 

 

SAL DE RÉCORD

 

Pronto la comunidad automovilística, cada vez más en ciernes, se dio cuenta de que este inhóspito lugar era idóneo para batir récords de velocidad, debido a su llanura y a su extensión. Se comenzó a utilizar para eventos de motor en 1912, y en 1935 la sal blanca de la superficie fue testigo del primer récord de velocidad. Este fue conseguido por Sir Malcom Campbell (automovilista y periodista automovilístico) tras una competición contra Ab Jenkins, quien fue uno de los mayores precursores de Bonneville como punto de encuentro para velocistas. Campbell alcanzó los 484 km / h en su Blue Bird.

 

Réplica del Blue Bird de Cambpell

 

Tras este récord fueron muchos los que se batieron después. Especialmente las motos han estado desde entonces tratando de superar las marcas anteriores. Las de dos ruedas batieron récord llegando a los 244 km / h en 1955 con una Harley Davidson en manos de George J. Smith (propulsada exclusivamente con alcohol puro) y en 2018 se batió el récord velocidad sobre una moto de producción. Fue una Kawasaki Ninja H2R y alcanzó los 337 km / h. Digno de mención es el récord batido por el Venturi. Un coche eléctrico que alcanzó los 549 km / h en 2016.

 

Pero no solo de coches y motos vive el hombre, también de bicicletas: el primer récord de velocidad en una bicicleta se estableció en Bonneville en 1985 a 244 km / h y el último fue en septiembre de 2018, cuando una ciclista busca récord pedaleó en el salar a 296 km / h. Con un par…

 

Lo cierto es que el salar desierto de Bonneville ha sido siempre un lugar referente en el mundo del motor, tanto es así que marcas automovilísticas como Triumph y Pontiac bautizaron sendos modelos con el sobrenombre Bonneville.

 

Triumph Bonneville

 

Pontiac Bonneville

 

 

 

 

 

 

BONNEVILLE HOY

 

Desde 1949 se ha celebrado cada año la Speed Week, un evento en el que participantes de todo el mundo tratan de batir sus propios (y ajenos) récord y que, además, se sigue organizando. No obstante, en 2015 y 2016 la Speed Week se tuvo que cancelar debido a la reducción de la capa de sal. Supuestamente esto se debe a las extracciones mineras de las industrias que operan en la zona, pero no está comprobado certeramente. La próxima cita es del 11 al 17 de agosto de 2019. Se pueden consultar todos los eventos y sus fechas en la web de la Southern California Timing Association.

 

Además, sobre el circuito Bonneville Speedway puedes conducir tu propio coche. El trazado designado para tal fin está marcado con una línea azul (es todo recto, no tiene pérdida). Se puede acceder al circuito previo pago de la inscripción y poner tu coche a la velocidad que quieras (o puedas). Hay terrenos circundantes en los que se puede acampar y alojamientos cercanos. Eso sí, si no quieres cargarte la pintura del coche antes de que te des cuenta, lávalo nada más terminar. La sal y la pintura no son muy amigas…

 

Hoy día son muchos los amantes de las motos Café Racer que prueban sus austeras motos en este mar de cloruro sódico. Si eres uno de ellos, además debes ver CAFÉ RACER, los domingos a las 22:50H.