¿Cómo evitar los atascos?

Paciencia. Esa es la palabra que nos repetimos miles de españoles todas las mañanas para llegar a nuestro destino y sobre todo en época de grandes desplazamientos como las vacaciones de verano. Los atascos forman parte de nuestras vidas y están totalmente normalizados pero ¿tienen solución?.

Podrían, pero la solución viene dada por la causa del problema. No siempre los atascos se forman por las mismas causas y por tanto no tienen la misma solución.

CAPACIDAD DE LAS CARRETERAS 

Una de las principales causas de que se formen los odiados atascos es la capacidad de las carreteras y la afluencia de tráfico en las mismas. La llamada hora punta se da principalmente por las mañanas, entre las 6.30 y las 9.30h siendo las dos horas centrales las más conflictivas. Según la DGT, la capacidad de un carril es de 2.000 coches por hora y cuando el flujo del tráfico se acerca a esa cifra (o la supera) comienzan los problemas. Este es uno de los motivos más lógicos y normales.

Solución: construir más carreteras o añadir carriles a las ya existentes. El problema es que para ello se necesitan grandes inversiones de dinero y, además, lleva un problema añadido. Los terrenos que lindan con las carreteras son de propiedad privada por lo que habría que expropiar, con los conflictos que conlleva.

 

EMBUDOS Y ACCIDENTES 

Existen carreteras que en un punto concreto pierden uno de sus carriles o por circunstancias concretas, uno de los carriles queda cortado. Esto significa que la capacidad de la carretera disminuye repentinamente y se crean embudos difícilmente solucionables.

Solución: este es una de las causas que tienen, de momento, poca o ninguna solución. Si un accidente obliga a cortar un carril o varios, hay que apelar a la buena conducta de los conductores y aplicar la circulación “en cremallera”, ceder el paso a un coche del carril cortado y que pase otro del carril activo. Además de intentar evitar el «efecto mirón». Normalmente al sobrepasar el accidente, los conductores se quedan mirando y hace que todo se ralentice aún más.

 

CONDUCCIÓN INDEBIDA 

¿Sabías que un cambio de carril a destiempo, circular sin respetar la distancia de seguridad o tardar más de lo debido en acelerar después de un semáforo en rojo puede causar atascos que ocupan kilómetros y duran horas? Pues sí, amigo conductor. La responsabilidad de que los atascos se produzcan (y de que se solucionen) no es solo de “otros” si no también tuya.

¿Cómo puedes provocar un atasco? Si vas circulando por una vía de varios carriles cuando la circulación es densa pero no hay atasco y realizas un cambio de carril sin respetar la distancia de seguridad, el vehículo que circula por el carril al que te incorporas tendrá que frenar bruscamente. Entonces es cuando se provoca el efecto acordeón. El coche de detrás tendrá que frenar a su vez y así repetidamente hasta que se replique en todos los coches que circulan detrás. ¡Atasco conseguido! De la misma forma, la DGT le pone nombre a otro de los motivos que causan atascos y del que los conductores son totalmente responsables. Ya te hemos hablado de él anteriormente.  Las carreteras, infraestructuras, afluencia de tráfico no tienen la culpa del efecto “mirón”. Se produce un accidente en la calzada contraria que no afecta a la calzada por la que se circula pero los conductores quieren mirar para saber qué ha pasado y para ello reducen, innecesariamente la velocidad de sus vehículos, provocando de nuevo el efecto acordeón. Otra de las causas de los atascos en ciudad son los tiempos de reacción ante los semáforos. Si estamos parados en una fila de coches por un semáforo en rojo y tardamos más de lo normal en comenzar a circular cuando este se pone en verde, provocaremos un atasco. Como ejemplo, en una fila de 150 coches, si cada coche tarda un segundo en arrancar, el último coche de la fila lo hará dos minutos y medio después que el primero. Atasco asegurado.

Solución: que todos los conductores se conciencien de la responsabilidad que recae sobre ellos a la hora de evitar generar atascos. Cada conductor pone algo de su parte para no generarlos. Como esto es prácticamente una utopía, esperamos a los coches autónomos de nivel 5. Serán capaces de realizar una conducción responsable de manera automática. Incluso se podrían eliminar las intersecciones y los semáforos, ya que serán capaces de comunicarse entre ellos y entenderse sin necesidad de señales.

 

TECNOLOGÍA AL SERVICIO DEL TRÁFICO

Puesto que el factor humano es prácticamente imposible de evitar cuando se producen los atascos, debemos dar gracias a ciertos avances tecnológicos que podrían facilitar o facilitan la circulación.

Aplicaciones como Google Maps o Waze ayudan a los conductores a decidir su ruta en función del tráfico existente, de esta manera el flujo del tráfico se reparte por distintas vías. Otra de las soluciones tecnológicas que ya se están implantando en algunas ciudades es el carril inteligente. Este es un carril de peaje que varía su precio automáticamente en función del tráfico, de manera que el conductor puede decidir si continua en los carriles gratuitos o paga por circular a una velocidad mínima garantizada de 80km/h.

Por otro lado, como hemos mencionado anteriormente, la conducción autónoma que está por llegar será probablemente una de las innovaciones más importantes para solucionar los atascos.

Aquí un video que arroja bastante luz acerca del misterio de los atascos fantasma: