El 22 de enero de 1975 se producía el segundo intento fallido de asesinato del Presidente de los Estados Unidos Gerald John Ford. Sara Jane Moore, activista política de extrema izquierda, disparó a Ford a la salida de un hotel en San Francisco. Afortunadamente la bala sólo le rozó la cabeza sin llegar a herirle.
Moore, quien era informante del FBI en el momento de su tentativa de homicidio contra el Presidente, fue sentenciada a cadena perpetua en una prisión Federal en Virginia, de la que se escapó en 1979. Dos días más tarde fue capturada y llevada a una prisión federal de alta seguridad para mujeres. Durante su periodo en la cárcel trabajó como contable en un programa de reinserción estatal. Su nueva ocupación marcaría el inicio de su objetivo hacia la libertad que por ley se produce tras 30 años de permanencia en prisión con buen comportamiento.
En 2007, un año después de la muerte del Presidente Ford, Sara Jane Moore obtuvo la libertad condicional y salió de la prisión donde había permanecido durante 32 años.
