El 8 de enero de 2016 Enrique Peña Nieto, presidente de México, confirmó que el líder del cártel de Sinaloa había sido nuevamente capturado. Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue detenido en un motel de la localidad de Los Mochis (Sinaloa) seis meses después de su fuga.
La Marina y la Policía federal que le perseguía llevaba meses buscándolo en una región montañosa conocida como Triángulo Dorado, donde había vivido escondido varios años antes de su segunda captura. La operación policial desplegada en la zona obligó al narco a trasladarse a una zona urbana y durante un mes estuvieron vigilando una casa en el barrio Las Palmas, en Los Mochis.
El 6 de enero llegó un vehículo a la vivienda y poco después pudieron verificar que Guzmán se encontraba en el interior del inmueble. De esta manera, la mañana del día 8 los policías emprendieron la operación en la que murieron cinco compañeros de El Chapo y, al fin, pudieron detener al narcotraficante.
Un elemento clave para su detención fue el plan que Guzmán tenía de filmar una película de sobre su vida. Gracias a esta información se abrió una nueva línea de investigación en la que se estableció comunicación con actrices y productores que ayudaron a dar con el paradero del capo.
La detención se pordujo seis meses después de que el narco se fugara del penal de máxima seguridad de El Altiplano, México. El Chapo llevaba en esta prisión desde febrero de 2014. Se fugó a través de un túnel desde un punto ciego de las cámaras de seguridad de la prisión.
No era la primera vez que se fugaba. La primera vez que Joaquín Guzmán fue detenido, en 1993, pasó ocho años en la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, hasta que huyó en un carrito de lavandería. Más tarde se supo que había contado con la ayuda de funcionarios de la cárcel.
