El 2 de enero de 1981 tendría lugar una de las capturas más fortuitas ocurridas en el condado de Yorkshire. La policía llevaba años intentando apresar sin éxito al asesino de las 13 mujeres muertas violentamente.
Peter William Sutcliffe, de 35 años, estaba en el interior de su vehículo junto a una prostituta cuando dos policías se acercaron para informarle de que el coche estaba mal estacionado. Durante el chequeo rutinario, los agentes se percataron de que las matrículas del automóvil eran falsas. Sutcliffe fue detenido y llevado a comisaría inmediatamente. La sorpresa para los inspectores fue que su apariencia física coincidía con el retrato robot del denominado ¨Destripador de Yorkshire¨ quien, tras ser interrogado durante 16 horas, se declaró culpable.
Pese a ser condenado a cadena perpetua, solo llegó a cumplir 1 año y 4 meses en una cárcel de alta seguridad. Un examen psiquiátrico dictaminó su psicósis y fue trasladado al Hospital para enfermos mentales de Broadmoor donde todavía sigue recluido.
