Jim Jones

El dios del templo del pueblo: Jonestown

 

LA CREACIÓN DE UN MONSTRUO

 

Jim Jones nació en una familia de humildes campesinos en Indiana, en 1931. Desde muy joven sintió atracción hacia la religión y la predicación. A temprana edad, practicaba sermones en la cochera de su casa, a la que acudían otros niños para escucharle.

 

Desarrolló una gran afán por la protección de los derechos raciales y por el socialismo. Pronto se unió al Partido Comunista de Estados Unidos y fundó durante su juventud varias iglesias, como la Community Unity Church o la Wings of Deliverance en 1955, que luego pasó a convertirse en el Templo del Pueblo. Gracias a su acérrima defensa de los derechos raciales, fue nombrado director de la Comisión de Derechos Humanos de Indianápolis en 1961. Además, obtuvo varios premios, como el recibido en 1975, el “Martin Luther King, Jr., Humanitarian of the Year”, o el que le concedió Los Ángeles Herald en 1976 “Humanitarian of the Year”.

 

Durante su actividad religiosa comenzó a tener problemas con otras iglesias protestantes debido a sus ideas confrontadas y la defensa del comunismo y el estalinismo. Además había defendido en varias ocasiones el autoritarismo. Fue en este momento cuando su actitud pacífica y bondadosa comenzó a derivar en atracción por el poder, hasta el punto en el que rechazó la Biblia, considerándose a sí mismo como una divinidad a la altura de Jesucristo.

 

Para entonces ya tenía un hijo biológico con su mujer Madeleine, con la que se había casado en 1949, y había adoptado a otros 6 niños de diferentes razas. A su familia la llamaba la familia del arco iris.

 

 

JONESTOWN, UNA SECTA AMERICANA EN GUYANA

 

Estando en medio de todas las críticas que le rodearon, decidió marcharse con sus fieles a california, concretamente a la localidad de Ukah. Hasta allí le siguieron 140 personas, pero esta nueva localización le impedía captar fieles para lo que ya se podía considerar una secta. Jones tomó la decisión de cambiar su sede nuevamente, pasando por Los Ángeles y estableciéndose finalmente en San Francisco en 1972. Allí, el Templo del Pueblo llegó a estar formado por más de 6000 miembros, de los que prácticamente la mitad eran negros. Llegó incluso a practicar curaciones de fe (una práctica en la que se solicita la intervención divina para la curación).

 

Pronto comenzaron a surgir críticas hacia su congregación y sus actividades. Primero fue la prensa, quienes denunciaron prácticas abusivas hacia los fieles. Aún así, recibió el apoyo de importantes autoridades como el alcalde de San Francisco, quien mantenía que Jones practicaba una lucha tremendamente activa contra el racismo.

 

Cuando la intensidad de las críticas se acrecentó, empezó a ser insostenible para Jones mantener su Templo en San Francisco, por lo que decidió trasladarlo en 1974 a Guyana, una república recién independizada situada al norte de Sudamérica.

 

Hasta allí le siguieron 900 fieles, a los que había prometido construir un paraíso libre del racismo, del capitalismo americano y, sobre todo, de las bombas nucleares que él creía que caerían sobre Estados Unidos, se llamaría Jonestown. Aquí fue en donde sucedió la llamada tragedia de Jonestown.

 

Los miembros del pueblo vivían en condiciones de esclavitud y bajo un autoritarismo feroz impuesto por Jim Jones. Trabajaban desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde, soportando condiciones de temperatura y humedad extremas. Se les administraba una dieta muy pobre, a base de arroz y legumbres, día tras día. Además, debían participar en lo que Jim Jones denominaba “las noches blancas”, que no eran otra cosa que simulacros de suicidio colectivo, en los que los miembros recibían un falso veneno que debían tomar, ya que si no lo hacían eran amenazados con armas de fuego.

 

Toda esta situación no estaba al margen del conocimiento de Estados Unidos, y fue el motivo por el que Leo Ryan, congresista estadounidense, realizó una visita en noviembre de 1978. Quería comprobar si eran ciertas las condiciones de vida que habían llegado a su conocimiento y preguntar a los miembros si quieran volver a sus casas.

 

Al recibir la noticia, Jones se negó a recibirle aunque después decidió cambiar de opinión. Incluso preparó una fiesta para el recibimiento. La visita transcurrió cordialmente hasta que el Leo Ryan preguntó a algunos fieles acerca de su regreso a EEUU. Cuando varios de ellos contestaron afirmativamente, la cordialidad se convirtió en belicismo y finalmente en una situación trágica. Cuando el 18 de noviembre de 1978 congresista trató de subir con varios fieles al avión en el que habían viajado, otros miembros del Templo abrieron fuego provocando la muerte de Ryan y otras 4 personas.

 

Tras lo sucedido y a sabiendas de que las fuerzas de seguridad entrarían en el pueblo, congregó a todos sus fieles y les envenenó. A algunos les hizo beber y a otros, incluidos los niños, les inyectó cianuro. Es considerado el mayor suicidio colectivo de la historia. Murieron en total 913 personas.

 

El cuerpo de Jim Jones fue encontrado con un disparo en la cabeza. No se sabe si fue auto infligido o provocado por otra persona.

 

Si quieres saber más acerca de sectas como la formada por Jim Jones, no te pierdas el especial Creencias Peligrosas que Crimen + Investigación emitirá a partir del próximo 18 de noviembre desde las 20:00h.