Delphine Lalaurie

El año 1834 Nueva Orleans se convierte en noticia mundial debido a uno de los crímenes en serie más espeluznantes y macabros cometidos por una de las mujeres más influyentes de su sociedad.

Antecedentes

Delphine Macarty, LaLaurie por matrimonio, nace en el año 1775 en el seno de una familia con un poder adquisitivo muy alto que le permitía tener un status destacado dentro de la sociedad. Sus múltiples matrimonios con hombres adinerados contribuyeron a incrementar su patrimonio y a formarla en el mundo de los negocios heredados de sus maridos tras enviudar.

Se casó en tres ocasiones. Su primer marido murió sospechosamente y volvió a contraer nupcias por segunda vez, quedando de nuevo viuda y al cargo de una plantación de azúcar. Este negocio le permitió no solo mantener su alta posición social sino emprender de nuevo, esta vez en el de tráfico de esclavos.
En 1831 se casó con un médico más joven y adquirió una maravillosa mansión en una de las principales calles de Nueva Orleans (hoy propiedad de Nicholas Cage).

El ático de los horrores

En el S. XVIII el tráfico de esclavos formaba parte de la cultura que distinguía a la alta sociedad. Sin embargo, existía una ley que protegía a los esclavos, a los que no se podía castigar severamente. La acaudalada anfitriona de las fiestas más célebres de la ciudad contaba con un gran número de sirvientes de raza negra a los que alojaba en el último piso de su mansión de la calle Royal Street. No obstante, lejos de servir de hogar para sus esclavos, aquel tercer piso se convirtió en una cámara de tortura.

Como es común en muchos criminales y asesinos en serie, el primer crimen es el punto de partida de una carrera imparable de asesinatos sucesivos, que van en aumento proporcionalmente a la necesidad de estímulos. El primer asesinato documentado, lo cometió contra una esclava de 12 años a la que lanzó desde el piso superior de la casa, provocándole la muerte. Las leyes actuaron y se le despojó de todos sus esclavos que fueron subastados (y comprados de nuevo por sus familiares que inmediatamente se los devolvieron).

Estas circunstancias para ella humillantes, se vieron aún empeoradas por abandono de su tercer marido. Delphine se queda sola. Comenzaría entonces una etapa de 3 años de episodios de sadismo llevado a un extremo inenarrable: mutilaciones, decapitaciones, desollamientos, torturas sádicas que dejaban ver una mente probablemente enferma y sin duda despiadada.

Salvados por el fuego

El grado de terror entre los esclavos llegó hasta tal punto, que provocan un incendio en el año 1834, en un intento de desenmascarar a la torturadora asesina. Es entonces cuando la policía descubre la terrible realidad de la vida de aquellos hombres, mujeres y niños bajo el yugo de la sádica Delphine.
La Bruja de Royal Street, como se la denominó, huyó a Europa y nunca se supo nada más de ella. Sus propiedades fueron desvalijadas y la casa incendiada.

Buscando pistas sobre su posible psicopatía

¿Hay algo en Delphine que pueda explicar, que no justificar, su comportamiento? ¿Existían rasgos que podrían hacer prever que iba a llegar a ser capaz de asesinar? ¿Era además de una asesina, una psicópata?

Infancia

Si nos remontamos a la infancia de Delphine, aparece un hecho que marcaría su vida y quizás una de las causas de su ira y agresividad: su madre fue asesinada por los esclavos de su propia plantación en una revuelta.

Realidad en su vida

Por otro lado, la posición económica y social le daba el poder de disponer del destino de otros seres humanos. El complejo de Dios y la necesidad de ejercer ese poder quedaba patente en su libertad para elegir el destino mortal de sus víctimas sin pensar en las consecuencias, se creía impune ante la ley.

Perfil y modus operandi

Su falta de empatía, pese a que la raza negra era considerada inferior en aquella época, no tenía límites. Torturaba y descuartizaba a ancianos, niños, mujeres como si se trataran de animales comestibles.

Era una mujer con gran capacidad de manipulación y cinismo. Organizaba ostentosas fiestas y tenía un gran prestigio entre la alta sociedad, mientras en el ático de su mansión torturaba y asesinaba a los esclavos a los que simulaba tratar bien en público.

Por la documentación que tenemos de la época sobre su comportamiento, es probable que Delphine fuese una asesina en serie psicópata, que como tantas veces ocurre con este tipo de criminales, no habría sido descubierta de no ser por una casualidad o la acción directa de alguna de sus víctimas.